lunes, 26 de junio de 2006

¿Qué me dices?


¿Vienes? ¿Te animas?
¿Te animas amor a venir a llenarme los días de soles nuevos?
Te animas a sacarme de la cobardía inexplicable que me ha entrado con los años...la cobardía absurda que me paraliza y me va cargando de sueños falsos, de emociones tardías, de fantasmas que se supone no deberían venir sino hasta muchos años después...

Te animas capullito a venir a colmarme las horas de tu fragancia de pastelito a estas alturas de mi vida cuando ya he pensado que todo está hecho, que todo está en orden, que ya más nada tengo por hacer que mirar la cosecha y los frutos jugosos que he obtenido de ella, como siempre quise que fuera, como tanto me ha costado...

Te animas a que te coma las patitas de queso hasta verte sacar una sonrisa.
Mira mi amor... si hasta la piel se me eriza cuando te pienso, cuando te sueño, cuando casi me puedo sentir en el olorcito de tu respiración tibia y cortita como golpeteo que me va acelerando el corazón...por más que he intentado sentir lo contrario.

Te animas acaso a ser mi señal de cielito nuevo, el blanco al que quieren apuntar mis flechas nuevas en ese sendero que he preparado largamente, amorosamente... tal vez para ti.
Y si yo...si yo al fin te pidiera hasta tejerte real entre tanto soñarte, si decidiera al fin salir de mi rincón de temblores acobardada ante la idea de tu sola presencia, si yo me animara, mi ojitos de uvita, manitos guatonas, tesorito redondo, olorcito de miel, si yo me animara de verdad a traerte a mis brazos, a escuchar de nuevo la vocecita dulce llamándome Mamita, a sacarte de ahí, de ese capullo en flor en que esperas quizá por la leche dulce de mis pechos llenos...
Si yo tan solo tomase aire al fin y me animara...
¿Tú mi amor, qué me dirías?
¿Vienes, te animas?