sábado, 27 de marzo de 2010

Nos movimos


Era tan de noche Capulli...tú recién habías dejado de mamar y yo me acomodaba de nuevo el pijama, porque al año y medio la teta es tu pasión todavía con su efecto somnífero, soporífero, calmante y paralizador...
Me quedé mirando un rato el techo haciéndome el ánimo para ir al baño en medio de la noche cuando la casa toda comenzó a crujir...( tú estabas conmigo pero te lo cuento para que no lo olvides)

No me dio susto porque la costumbre de vivir en este Chilito telúrico ya nos ha curtido bastante a algunos...pero de pronto el movimiento se puso peor, me senté en la cama y prendí la lámpara:
"Hasta cuando dure" -dije- pues bien sabía que se iba a cortar la luz en cualquier momento...

Entonces vi como los estantes de los libros comenzaron a bailar...primero cayeron las mamushkas...el quijote, Napoleón y el otomano...
cayeron los aros y los collares y cuando la muñeca de porcelana comenzó a caer se sintió el estallido eléctrico y se hizo la más absoluta oscuridad en medio del ruido ensordecedor.

Te abracé amor mio, sabía que habías despertado pues alcancé a verte antes de que se apagara la luz...te abracé mientras la tierra enloquecida nos llevaba por un mar de oleajes espantosos...la tierra se movía entre terrores, entre bramidos descomunales y el ruido se tornaba insoportable....

Va a pasar...va a pasar era todo lo que pensaba en mi calma calculada...pero no pasaba...
"Todo esto se viene abajo Dios mio...esta casa, el techo, todo si esto no se detiene pronto"
No pensaba nada más ahí abrazada a ti sobre la cama de la que nunca quise sacarte para prtegerte mejor, no pensaba más nada entre el espantoso rugir de la tierra y la danza terrible en medio de la noche.

¡Que pare! grité al fin Capulli...y entonces todo comenzó a calmarse...y el rugir se fue apagando como si se tratase de una fiera que logra al fin dormirse. Fueron 3 minutos.
Y nuestro país quedó devastado.

Tus hermanitos aparecieron en la puerta y juntos vimos que todo estaba bien...algunas copas, algunos vasos, el Napoleón y el otomano partidos en 3, las mamushkas repartidas, los libros regados...pero todo bien.
Nuestra casa del castor intacta. Una bendición.
Luego tú en mitad de la madrugada saltando dichosa sobre los sillones mientras recogíamos los vidrios y encendíamos las velas. Te pareció tan chistoso.
Eso es por ser una Palomi palomilla.

Y bueno, ya lo viviste a tu año y medio...vendrán varios más Palomita hermosa, no te asustes tanto cuando ocurran, abraza a quien mas ames y busca un sitio seguro, no salgas corriendo pues donde quiera que vayas estará temblando, a menos, claro, que se esté cayendo el techo sobre ti. Dios quiera que no.
Nunca te asustes (tanto), solo tienes que amar esta patria con sus danzas locas de cada cierto tiempo.
 Es un poco lo que nos ha educado a los chilenos para tener un corazón generoso.
Nos vamos a reconstruir.
A pararse, ya pasó lo peor.
Un besito.
Y a hacer tuto, así profundamente, como lo hiciste ese día tan solo media hora después de que todo pasó.