Una princesa nombrada y bendecida con el nombre de Paloma Beatriz.
Y todo el mundo vino a su encuentro.
Apareció el Padre Tomás con una rosa en la mano contando la historia de Paloma, la más hermosa de las hijas de Job.
Y vinieron las hermanitas del cordero a cantarle el Gloria del día Domingo 14, le trajeron lavanda perfumada y salmos en reverencia.
Y llegaron las hadas, una a una con su interminable chimuchina de cantos bellos, de dones agraciados, de saludos lejanos, remotos y de besos rapiditos.
Y vinieron los abuelos y los tíos trayéndole flores y regalos.
Y vinieron los amigos y hasta algún desonocido que pasó por ahí hizo un recorte en su camino para pasar a saludarle.
Y yo reí con esa alegría.
Paloma Beatriz, nacida el 12 de Septiembre, día del Santo nombre de María dejó atrás el invierno para somarse con el sol de la primavera.
Y dejó atrás los días feos de historias de rencores en este país de divisiones para llegar la madrugada del día Viernes 12 exactamente a las 2 de la mañana con 29 minutos.
Y todos se alegraron....los doctores y la matrona, las enfermeras y hasta los ayudantes...todos sonrieron.
Y hasta se dice que La casa del castor se vistió completamente de fiesta porque Paloma llegó trayendo recados de primavera.
Y nuestra Paloma trajo también a Septiembre y Septiembre las fiestas patrias y los aromas de la parranda de cada año en celebración de nuestro Chile querido...
Y así fue, así culmina una etapa, la de tu espera ansiosa desde mucho antes de tu concepción.
Tu espera ansiosa entre tules, vuelitos y cuadrillé rosa que ha quedado registrada en cada línea de este blog, Capullito mío.
Porque hoy comienza una nueva etapa, la de tenerte y llenarte de besos, la de cumplir cada una de mis promesas, la de amarte.
Y se me salen las lágrimas de solo pensarlo.
Y te doy las gracias por eso.
Lloro sola de alegría desde esa noche de madrugada del 12 en que ayudada por tanta gente amorosa y socorrida por los besos de papá Oso...traje al mundo a una princesa.
Te amo.