domingo, 21 de octubre de 2007

Peonías a un Capullito...



Vamos a hacer de cuenta que me hiciste un "Creo falso", así tal cual, como cuando era chica y jugaba a las escondidas y alguien acusaba el escondite de otro sin que fuera verdad.
Un Oooosssooo...o un Creo falso.
Porque de que vienes vienes y nadie nos va a separar.
Ahora o más adelante o quizá hasta en un par de años, quien sabe mi Capullito, aunque claro, no quisiera esperar tanto tiempo.

Y como tú y yo sabemos que dominamos el misterioso poder de la risa es que nos reímos de ésta y nos seguimos buscando porque así de tanto buscarnos y olernos entre la magia y el misterio nos encontraremos...tú oliéndome el aroma de la leche... y yo siguiéndote el olorcito a pastelito.
Cualquiera podría pensar que muero de pena y estoy triste y bueno, tengo que admitirlo que fueron tres veces en que el llanto se me desató con fuerza y en estampida y pasó...pasó, como todo pasa.
No tengo pena, ya no. Y no es que me rinda tan pronto, solo que se que del mismo modo en que estuviste dentro ya no estás...pero volverás.

Entonces resurge una semana nueva, un día nuevo de primavera en este Santiago de humo y me digo... Eso fue, este Capullito tiene el hálito de la primavera, la consigna de las flores...no quiere llegar en medio de un Junio lluvioso...y me consuelo.
Me consuelo en tu risa que conoceré algún día, me consuelo en el milagro de tus dones guardados en el cajón de los tesoros, en los brazos de mis hadas amigas, en el cariño con que todo el mundo saluda tu llegada y entonces en medio del consuelo todo vuelve a sonreír.

Traje Peonías para tí, son mis flores favoritas, bellas como bello es mi capullito dormido, peonías para recibirte y jamás para despedirte, peonías para hacerte un collar, una camita y para aromar el nido que te recibirá en mi corazón.
Te amo Capullito.