miércoles, 2 de enero de 2008

Shhhhhh


Vamos a quedarnos en silencio Capullito mío.
Así, solos tú y yo.
No como la otra vez que de la pura alegría disparamos sonrisas y lo gritamos a los cuatro vientos.
Siempre he pensado que Dios castiga esas imprudencias, eso de andar gritando las cosas y celebrando antes de tiempo.
Ahora lo sabremos solo tú y yo...y nadie más Capullito mío, Capullito amarillo de sonrisa rosada.
Y esperamos no más, en silencio, con paciencia y con prudencia que los días vayan pasando, que todos sigan pensando en la Navidad que recién pasó, en el Año nuevo con su Luz cortada, en el Volcán Llaima que hizo erupción ayer o en la muerte de Julito Martínez.
Así nadie se acuerda de nosotros, ni anda pensando que cuándo, que pucha, que ya po.
No lo vamos a permitir.
Si ya estás ahí de nuevo y te anidaste y estos pechos que comienzan a llenarse tienen que ver contigo entonces nos quedamos calladitos, así, escondidos y no le contamos a nadie.
No sea que la euforia apresure de nuevo una nueva partida, no sea que las miradas atentas o los abrazos anticipados te vuelvan a quitar de mi lado.
A ver si ahora nos resulta amor mío, a ver si esta vez te quedas a mi lado, a ver si esta vez te vuelves certeza, flor, aroma y latir en mi vientre mi pequeño y añorado Capullito.