viernes, 14 de marzo de 2008

Nuestra Jungla, La Casa del Castor.


Papá oso es ingeniero y una vez tuvo que trabajar largo tiempo en otra ciudad, cuando volvió traía una barba de apóstol y hartos hartos kilos de más.
Se acercó esa mañana y casi me morí del susto. Estaba igualito a un Oso.
Por eso ahora es papá oso y ésta casa de nosotros, La casa del castor, es una casa de puros animales.
El Bachi por ejemplo es un monito de la jungla, porque es negrito y crespo, tiene los ojos de uvita y el aroma de toda la jungla entera.
El Basti es nuestro chanchito, es rosadito y con narizota de tocino, da besitos ricos cuando pone su cara de chanchito.
Y yo soy una leona, no solo porque me gusta tener a los cachorros al lado mio y los defiendo sino por mi melena gigante de león africano.
A mi me gusta porque es lo más lindo que tengo y en invierno me abriga las orejas.

Nuestra Casa del Castor es un lugar mágico que hemos construido nosotros cuatro a punta de empeño y amor, ya sabrás que muchos años antes estuvo abandonada y la recogimos de a poco para transformarla en nuestro hogar.
Está en un pasaje cerrado donde nadie nos molesta, donde habitan nuestros sueños y lo mejor de nuestros años como familia, donde encontramos calor en invierno y viento fresco en verano, donde hemos llorado uno que otro dolor pero donde gran parte del tiempo hemos construido nuestra felicidad.

Será el hogar en que te vamos a recibir, donde ya hace algún tiempo tienes tu pieza y donde seguramente no te vas a demorar en apropiarte de cada rincón, capullito.
Nuestra Casa del Castor, nuestra alegría, nuestro hogar, nuestra jungla, donde seguramente usted, nuevo habitante pasará a tomar su lugar del animalito que mejor le acomode.