Felíz Navidad Princesa Mía

Señorita...

Señorita, dígame usted, de qué sonríe...
De que sonríe cuando este día de sol ha venido al fin a ocupar su lugar en el mundo derramando por cada rincón toda su fragancia de pastelito nuevo, recién hecho, dejando atrás todos los dolores condensados, viniendo a repartir besos tiernos de ombliguito nuevo.

Dígame, por qué causa usted sonríe también cuando le llevo a mi pecho como saludando virtuosa el milagro de su encuentro con mi leche dulce, como en la pequeña burla del secreto misterio que la sacó de mi vientre y al que quisiera devolverla para no tener que dejarle jamás escapar de mi lado...
Porque claro, se ríe usted ahora, se ríe porque no aventura mi alma hecha cristales el día en que despliegue sus propias alas para partir así, tal cual yo misma le habré enseñado.

Sonríe usted ahora porque no vislumbra (ni lo hará) el caudal de mi llanto desde su mirada diáfana el día en que ya no le tenga, ni sospecha usted acaso cuánto extrañaré su respirar cortito sobre mi pecho ni sus ojazos enormes encantándose con todas las simplezas de este mundo.

Señorita, por qué sonríe como en este instante, como si me conociera desde siempre, aún más allá de mi vientre y mi alimento, de sus balbuceos confusos, de sus caricias de manitos sucias, de sus saludos contentos, de sus patitas de queso, del eco de su respirar en mi aliento, de sus reclamos mojados, de su miel y de su lluvia... quiero pedirle, de todo modos, que aún más allá de todo eso nunca deje usted de sonreír.

Permítame sonreír ahora mientras le observo tan pequeña, tan nuevita y puedo ver más allá de su mirada de ángel un alma más grande que el océano y un espíritu aún más fuerte que el abrazo del mar, de ese mar de distancia generosa que me trae la herencia de sus mismos ojos en la promesa de su sonrisa pequeña y curiosa descrita y escrita en versos y concebida entre poemas transatlánticos.

Mira lo que has hecho, si hasta yo misma ya no puedo parar de reír porque en la trova de mis días se tejen también tus sueños, declamando que te amo en mil líneas de versos de espuma, porque mientras corra sangre por mis venas serán tuyas todas las certezas, para poder protegerte siempre, para devolverte a mi vientre, para cumplirte las promesas, para no arrastrar los pies entre llantos y fracasos y arrancarte constante del perfecto dolor del que debo protegerte y transformarte en mi vida entera, mi alma y mi corazón fundidos, mi cielo y mi horizonte, mi principio y mi final mi bella, eterna y dulce Señorita.

Palomita en su primer mes en la Casa del Castor

1 mes: "Conociéndonos"

12 de Octubre, Paseo a la Quinta Normal con las Mujeres chilenas de 30

Cosa hermosa, ya un mes.
Ya un mes...Cómo pasa el tiempo.
Pero no, tú sabes que no, que para nosotras dos el tiempo no pasa, es ahora, es este momento, es el día a día, es tu carita de tuto o tu llantito pidiendo tu leche.
Es ahora capulli, es ahora cuando te cambio la ropa porque te mojaste entera y te hecho aceitito de lavanda por todo el cuerpito y tú gozas, te ríes...te encanta y suspiras.
Es ahora cuando te acerco a mi mejilla y me buscas con la boca abierta como animalito desesperado de hambre y siento tu alientito tibio.
No es un mes, es ahora, es este momento en que escribo mientras estás pegada a la teta tragando tu lechita tibia.

"Nos estamos recién conociendo" le dije a las chicas los primeros días en que casi no dormía intentando aprender de tus horarios y tus movimientos nuevos.
Ellas se rieron, les hace gracia esa frase.
Quizá tengan algo de razón pues tú y yo nos conocemos desde siempre pero aún así en este mes ha sido un mutuo reencontrarnos y entendernos.

Un mes...parece bastante más y eso me llena de alegría, parece bastante más cuando partimos esa tarde del 11 de Septiembre pasado raudos con papá oso por la Costanera rumbo a la clínica.
Y me alegro que lo parezca, así siento que llevamos juntas una eternidad.
Has crecido, es innegable, tu carita está más llenita y los ositos del principio ya están quedandote justos, también los pañales de recién nacido...ya abrimos el último paquete.

Has crecido y me emociona Palomita, me emociona y me regocija el estar viéndote crecer frente a mis ojos, el sentirte a cada instante, el estar impregnada de tu olor de la cabeza a los pies, el tener los pechos llenos tan solo para ti, el verte mamar con fuerza mientras nos miramos a los ojos, el verte dormida a mi lado junto a papá, los Bachos que te toman en sus brazos de hermanitos mayores y te hablan y tú sonríes ...los miras y sonríes.
Un mes, chiquitita mi Capullito, mi Palomita de maíz, de amor, de mantequita, mi Capullito de leche.

Tu Nacimiento...

Y vino al mundo una Princesa...

Una princesa nombrada y bendecida con el nombre de Paloma Beatriz.

Y todo el mundo vino a su encuentro.

Apareció el Padre Tomás con una rosa en la mano contando la historia de Paloma, la más hermosa de las hijas de Job.

Y vinieron las hermanitas del cordero a cantarle el Gloria del día Domingo 14, le trajeron lavanda perfumada y salmos en reverencia.

Y llegaron las hadas, una a una con su interminable chimuchina de cantos bellos, de dones agraciados, de saludos lejanos, remotos y de besos rapiditos.

Y vinieron los abuelos y los tíos trayéndole flores y regalos.

Y vinieron los amigos y hasta algún desonocido que pasó por ahí hizo un recorte en su camino para pasar a saludarle.

Y yo reí con esa alegría.

Paloma Beatriz, nacida el 12 de Septiembre, día del Santo nombre de María dejó atrás el invierno para somarse con el sol de la primavera.

Y dejó atrás los días feos de historias de rencores en este país de divisiones para llegar la madrugada del día Viernes 12 exactamente a las 2 de la mañana con 29 minutos.

Y todos se alegraron....los doctores y la matrona, las enfermeras y hasta los ayudantes...todos sonrieron.

Y hasta se dice que La casa del castor se vistió completamente de fiesta porque Paloma llegó trayendo recados de primavera.

Y nuestra Paloma trajo también a Septiembre y Septiembre las fiestas patrias y los aromas de la parranda de cada año en celebración de nuestro Chile querido...

Y así fue, así culmina una etapa, la de tu espera ansiosa desde mucho antes de tu concepción.

Tu espera ansiosa entre tules, vuelitos y cuadrillé rosa que ha quedado registrada en cada línea de este blog, Capullito mío.

Porque hoy comienza una nueva etapa, la de tenerte y llenarte de besos, la de cumplir cada una de mis promesas, la de amarte.

Y se me salen las lágrimas de solo pensarlo.

Y te doy las gracias por eso.

Lloro sola de alegría desde esa noche de madrugada del 12 en que ayudada por tanta gente amorosa y socorrida por los besos de papá Oso...traje al mundo a una princesa.

Te amo.

Días Felices...

Tengo el alma concentrada en mis adentros, en mis honduras, por eso no puedo pensar en nada más, ni en leer nada (ni los diarios), ni en escribir siquiera.Es como un estado mágico de conexión pura, cósmica, casi mitológica, una conexión con todo el ser mujer, con toda una historia anidada en milenios... vientre tras vientre hasta llegar hasta este instante mágico, único e irrepetible en que daré a luz a mi Paloma, mi Capullito bordada en hilos de tantas estirpes juntas.

Es como si todos mis ancestros me hablaran a través de este vientre florido, como si todas las voces de otras épocas y otros tiempos vinieran a celebrarme en una fiesta, como si en este acontecimiento hubiese convocado a todos los que se fueron, a los que sucumbieron a mil naufragios, a todas las hadas, a todos los goces del hondo universo.Y ya me queda poco tiempo, quizá horas, pues probablemente este Capullito nazca en estos días, mañana...el fin de semana tal vez.

Ya todos los vientos comenzaron a agitarse en mi entorno, ya todas las brisas de esta Primavera comienzan a gritarme su nombre con fuerza cuando el invierno se bate en retirada y se depide en silbidos de nubes viajeras hilvanando en reverencia sus últimas gotas, sus últimos fríos, sus débiles hielos...

Capullito dormida, Vidalita, Paloma de azúcar rosa, cántaro de mis danzas recónditas...te espero entonces a tientas en cada suspiro de primavera, en el perfume de las piedras y en el lenguaje de todos mis secretos.

Te animaste, vienes, eres valiente Capullito, desafiante pedazo de luna que me habita en aguas cálidas, vienes a probar del ancho de mis alas, del abrazo inmenso de una familia cómplice en amores y luces que habitan esta Casa del Castor para aprender el lenguaje de nuestros besos y los secretos de la tierra bajo nuestros pies.

Y acá estamos para acunar tu cabeza en nuestras manos, estamos listos, preparados para amarte en cuna de estrellas y caricias de luna, está todo dispuesto...puedes llegar cuando quieras...

37 semanas...(Adiós Panzota)

(Las Cruces, 10 Agosto, 8 meses)

A contar de la semana 37 puedes venir en cualquier momento Capullito.
Eso me dicen
Que en cualquier momento.
Entonces es hora de empezar a despedirse de esta panzota.
Porque ahora eres una panzota, es todo lo que veo, esta panzota que ha ido creciendo día tras día, semana tras semana.
Esta panzota ahora enorme a la que observo en silencio y acaricio y perfumo...
Y tengo que empezar a decirle Adiós, adiós a esta que ha sido tu casa y nuestro punto de encuentro.
Nunca me he sentido más inmensamente feliz en mi vida que cuando he tenido estas tres panzotas.
Tan completa, tan perfecta, tan hermosa, tan colmada de amor por todos los rincones.
Y te mueves y saltas y me dejas asistir al maravilloso espectáculo de ésta danza de cototitos y durezas, que te vas para un lado y para el otro, panza de alegrías, de momentos sin aire, de espera que pesa.
Luego saldrás dejándome un vacío acá dentro, un vacío de nunca jamás volver a llenar, un vacío del recuerdo de cuando tú y yo hemos sido solo una, o dos muy juntas, muy muy juntas.
Luego claro te tendré entre mis brazos y te llenaré de besos y me llenaré de miedos buscando todos los modos de protegerte y hacerte feliz, porque nunca más Capullito mío volverás a estar tan segura y firme como ahora, dentro de esta panzota a la que hoy comienzo a decirle adiós.

Esperándote...

Solo restan 43 días dice nuestro contador que va en clara y veloz cuenta regresiva.

43 días...algo más de un mes y los nervios comienzan a invadirme Palomita de amor, Capullito en frasco rosa.

El Sábado 2 tuvimos tu baby shower donde llegaron todas las amigas, los viejos conocidos, las abuelas, las tías, la gente que te quiere y será también parte de tu familia.

Nos llenaron de regalitos rosa, vestidos, frazaditas, juguetes y otros tantos regalos útiles y hermosos.

Pero el nervio persiste y se acrecienta...

¿Te dije alguna vez lo miedosa que soy? quizá no me creas enfundada en esta melena de león valiente, quizá no me creas después de ver como he sacado adelante junto a papá oso nuestro hogar, quizá no me creas al ver a tus dos hermanitos hechos ya hombres responsables y de bien.

Pero créeme...soy una miedosa y es un miedo delicioso y terrible, un lejano miedo conocido que se hace paz solo a veces al escuchar a papá oso o al doctor decirme lo bien que saldrá todo.

Ya está casi todo preparado, tus cunas, tu ropa, tus pañales, nuestros rincones secretos de esta casa del castor que se llena de tu aroma de frasquito pequeño.

Y tú, tú me vas dar el valor para traerte a mi lado...

32 Semanas

Ya nos queda poco Capullito...cada vez menos.

Pero hoy por hoy lo único que quiero es partir rauda de esta oficina helada y estar en paz.

Y no verle la cara a tanta vieja bruja que veo todos los días.

No pasar más problemas, ni más apremios, ni más responsabilidades que no tienen nada que ver contigo y con quererte.

Hoy solo quiero estar en nuestra casita del Castor y preparar tus cortinas, adornar los ganchos de tus vestidos, forrar tu mudador, sacar mi colección de muñecas de porcelana de la pared, dejarte los vidrios impecables, forrar con mostacillas la pantalla de la lámpara, arreglar el jardín que comienza a colorearse poquito a poco de primavera.

No quiero nada más.

Es todo cuanto quiero.

Y sentarme a puro sentirte navegando en tu ámbito de agüita y pensar cómo será cuando te tenga entre mis brazos tomando lechita y te comience a transpirar la nariz y detrás de las orejitas...

Ya queda lo menos...dos días más...solo Jueves y Viernes.

De más que podemos esperar, de más que podemos tomar un par más de días congelados esperando la micro, de más que puedo ver dos días más las caras de las brujas, de más que puedo venir tan solo por dos días más a esta oficina de techos altos, de más que si...si ya hemos llegado a estas alturas Capullito de leche.

Y estaremos toda entera la una para la otra.

Verás que sí.

Capullito de Invierno...

Tenemos al Castor botado Capullito, jiji...pero no importa sabes, no importa porque los amigos que nos quieren encontrar saben que siempre andamos escondiéndonos por diferentes rincones.
Y tus haditas...bueno, tus haditas están más cerca y al fin todos los días saben de nosotras.

Que invierno helado Capullito, menos que el anterior, claro, pero ha sido de estos inviernos en que todo el mundo se enferma, ya ves, tenemos medio resfriado a Papá Oso y los Bachis aún siendo lo fuertes que son también han caído con algo de resfrío y tos.
Y hasta yo, hasta yo hoy he tenido que amarrarme esta bufanda rosada de lana gruesa porque la tos amenaza con botarme...y la fiebre y el resfrío.

Solo tú estás libre de todo esto Palomita, solo tú te mueves sigilosa entre tu cuna de agua sin que nada te vulnere, sin que este aire contaminado te roce, sin que nada perturbe tu paz y tu sueño.
Y eso me consuela capullito de pataditas y aire fresco, me consuela saber que llegarás con los ciruelos en flor y con el viento cargado de volantines en una nueva primavera sin fríos ni lluvias.
Me consuela estar con papá Oso preparando tu pieza rosa, tus vestidos y tus juguetes.

Y me consuela sobre todo tenerte ahora, abrigadita, en esta panza de 7 meses que te cuida y te protege... Capullito de luna.

Tú y yo

Y ahí estamos... las dos guatonas, una con la otra, juntas para todos lados, para arriba y para abajo, subiendo y bajando escalas, trabajando, respirando apenas, descansando a tramos, batallando este invierno, saltando estos charcos de lluvia, cumpliéndole al día, ordenando la casa, tus cosas, las mías, respirando familia, aires de este Otoño que más parece invierno y disfrutando cada instante... Capullito.

Yo a tu lado y tú al mío.
Yo abrigándote el crecer.
Tú hablándome en secreto los misterios de tu arribo.
Yo aguardo.
Tú vienes y las letras comienzan a volar solas como palomas de tardes de plaza.
Yo te espero.
Tú caminas sigilosa por los prados de mis ansias.Y te ríes de mis cansancios...y yo sucumbo a tu ritmos precisos, a tus despertares de madrugada, a tus danzas nocturnas.
Me habitas entre tus sueños de agua.
Y yo te sostengo Capullito dormido entre giros de cometas mientras la luna se asoma mordida de invierno.
Y así se van las horas desde que te animaste al fin a llenarme los días de tu fragancia de pastelito...porque a ti apuntaron mis flechas cuando buscaba mis rumbos, a ti me guiaron los astros cuando todos mis dedos hilaron poemas y vi dibujado tu nombre...Paloma... en todas las señales de mi cielo...

Seis meses

Por qué me apuran Capullito?

Por qué anda todo el mundo pensando en tu llegada, en Septiembre, en con quién te dejaré, en cuándo vuelva a trabajar, en cómo voy a quedar, en el verano, en tus calzones, en tus moñitos, en tu pelito crespo?

¿Por qué la gente tiende a pensar en futuro cuando yo lo único que quiero es disfrutarte aquí y ahora, en este preciso momento en que me acabo de tomar la leche y tú comienzas a patear...

(No diré que son las primeras pataditas de la mañana porque bien sabes que casi no me dejas dormir con tu danza nocturna)

Yo solo quiero ahora que el tiempo no pase, detenerte acá dentro y verte como estás en este preciso instante, tan pequeña y creciendo, tan pequeñita y comenzando a latir en esta barriga que tampoco es tan grande.

Yo solo quiero que estés aquí dentro mientras tecleo, mientras veo tele, mientras le tejo a nuestro Cicciolino su chalequito celeste y su gorro con orejitas del Chavo.

Y no quiero que te vayas todavía, aún no quiero tenerte entre los brazos aunque igual me muera de ganas de besarte el coroto de vinagre ...

Ya no quiero vivir más a toda velocidad, no quiero ir cumpliendo metas ni que la vida se me pase tan rápido como se me pasó con los Bachis y en cortos 20 años esté de nuevo extrañandote en este momento.

Cuánto te esperé Capullito de flores, cuánto tuvo que pasar para volver a sentirte moviéndote dentro en esta danza deliciosa de tus combitos en mi vientre.

Y no quiero apurarme, ni pensar, ni planificar demasiado, ni soñarte con dientes ni caminando, ni con tus moñitos crespos ni vestida de novia.

Quiero tan solo acostumbrarme a la idea de que por primera vez en mi vida tendré una niña y mis dedos torpes no saben cómo hacerlo.

Solo eso.

Este momento mágico de 28 de Mayo tan frío y bello después de una larga lluvia.

(Ayer entré las plantas para que no se quemen con el hielo)

Hoy no sé que haré, solo quiero quedarme aquí, en estos seis meses...solita...contigo.

Dulce Palomita

Palomita, Capullito mío, ésta es una carta que te ha escrito Lucía, tu tía, la Reina, 4 meses antes de que llegues a este mundo.


"Hoy voy a comenzar contandote una historia de una persona muy importante para ti.
Es la historia de una niña que yo conoci hace 32 años, en ese momento ella tenia 5 años, para ser sincera, no es mucho lo que me acuerdo pero si avanzamos un poco hacia adelante se me viene la imagen de un jardín, en el cual esta hermosa niña, porque era muy hermosa, me acompañaba en mi siesta de la tarde y me contaba historias de principes y princesas, así fué como comencé a empaparme de ella, era muy simpatica, divertida, y siempre tenía algo entretenido que a mi me parecia un mundo de sueños hechos realidad, si me parece volver a sentir las ansias que tenía, cuando llegaba el momento de visitarla, de poder estirarme en su cama para que escudriñaramos en ese cuaderno gordo en que tenía escrito una cantidad de cuentos que me contaba y leía, y que me hacian volar a un mundo de magia, diversion y felicidad, con los dibujos más hermosos que habia visto y que más hermosos si eran pintados recortados y realizados por ella misma.

Al pasar del tiempo fuí creciendo en un mundo de aventuras junto a ella donde no había motivo para aburrirnos, yo era feliz, sentía que me amaba y me sentía más cercana a ella, como poder olvidar los veranos en la playa , o en su casa jugando a los cuentos y subiendonos al padre árbol, ella se había convertido en mi hermana mayor, esa hermana que siempre quise, la que me protegía cuando estabamos en la playa, la que me llevaba al apa cuando volvíamos de ella para que yo no me cansara, con la que ibamos a patinar para mirar a un niño que tenia cara de principe, con la que andaba en bicicleta y nos arrancabamos a la calle preferida, con la que una vez vimos ese angel cuando estabamos en la cancha, la que un dia ya pasado el tiempo me conto que le gustaba un joven de la parroquia el cual empezo a ver y a frecuentar mas seguido, un joven también muy importante para ti.

Había pasado ya mucho, ella ya no era una niña, se había convertido en una hermosa joven y yo seguía siendo una niña, lo que en mi mente pequeña no entendia el paso del tiempo y comenzó la distancia a pesar de que jugaba conmigo, era ya menos, pero a pesar de eso comenzó mi admiración, la que por cierto, aún sigue creciendo, no paso mucho y me conto que seria madre yo tenia ya 13 años y también había empezado a experimentar cosas distintas, pero ella siempre ahi feliz contenta, bueno y aparecieron dos personajes en su vida que también son muy importantes para ti, si y ya lo veras.

La vida, por distintas circustancias que son propias del tiempo, de las etapas, nos alejo cada una con lo suyo, ella ya era madre de dos niños y yo era una joven que disfrutaba de la vida hasta que recibí un llamado de ella diciendome con su dulzura que trabajaramos juntas, volvi a sentir la felicidad de antes habia aparecido nuevamente esa hermana que me protegía, y comenzo nuestra nueva etapa como personas grandes, en la que me enseñó muchas cosas, que nos divertimos como nunca, en la que recordamos nuestar infancia, llena de hermosos momentos, en la que trabajamos, discutimos, nos reimos, en la que cada vez que saliamos a terreno me leia un libro tan interesante pero que nunca termino de leer, y el que tuve que comprar par no quedar con la intriga,(Preguntale a Alicia), en la que muchas veces nos arrancabamos al cine y veiamos los archivos secretos x, o cantabamos cuando nos arrancabamos en la camioneta, o en los momentos en que el pololo de turno me hacia sufrir y ella estaba siempre detras dandome una mano de aliento y un abrazo de consuelo

En el momento en que supe que yo también sería madre y que traería al mundo a una personita tan linda y hermosa como lo serás tú, no se separó nunca de mi, ni de mi Javita, y se convirtio practicamente en una madre para ella, fué por eso que se la entregue y quise, que al no estar yo, fuera ella quien le diera lo que necesitara y pasamos a ser comadres, que mejor regalo que mi angel de la guarda fuera quien protegiera a mi bebe en caso de cualquier cosa

Fué ella la que escucho mis penas de amor y me comprendio cuando necesite de comprensión, la que memando a la cresta, porque ya estaba bueno de seguir sufriendo, y me remecio para que creciera y me enseño que ese mundo de sueños, que ella me habia enseñado, no estaba en el pasado, si no que yo tenia que construirlo, y que también yo era capaz de crear mi propio mundo, y más aún, te puedo decir si hasta este espacio, en el que te cuento esta historia ella me lo regalo.

Pues bien mi querida palomita, hoy que empiezas a crecer, quiero regalarte todos estos hermosos recuerdos, para que desde ya, allá en el vientre empieces a admirar, a amar y estar feliz, de poder vivir con ella, de poder ser parte de ella, para que conozcas a esta hermosa mujer, que dia a dia, te da vida, para ser testimonio de que tu vida será plena junto a su lado, para decirte que es toda tuya y que tienes que sacarle el jugo igual como yo lo hice hasta ahora.

Para terminar querida palomita te quiero desear toda la felicidad del mundo y contarte que esta historia es la historia de mi vida que fue hecha con rosas , flores y felicidad gracias a esa niña, que me enseño a ver lo hermoso de la vida y lo real de ella y le doy gracias a Dios haberla conocido, ella es tu mamá, la Claudia, sota, claus, tia shifer, cloti, ...mi clau y ahora tu mama, tu clau.

Espero puedas leer esto algun día para que sepas que la felicidad que sientas al momento de leerla la disfrutamos muchas personas antes que tú, gracias a tu mamá"

Una Capullita

Quien iba a pensarlo mi Capullito.
Quizá la vida estaba en deuda conmigo.
Quizá yo se lo debía a la vida.
Lo cierto es que te soñé en silencio durante largos 20 años.
Y vienes.
Y vienes. Y ahora entre que se me cae la sonrisa sola y entre que me da la desesperación de no saber cómo lo iré a hacer.
Y confío en que la naturaleza astuta me va a poner en el corazón la sabiduría suficiente y necesaria para hacer las cosas bien.
Eso espero.
Eso espero entre mi brutalidad y mi poca destreza, entre mi falta de entrenamiento y mis necedades adquiridas con el tiempo pues ya han pasado 18 años desde que tuve en mis brazos al último de mis bebés...un varón.
Y vendrán los tiempos de dejar atrás los soldados, las batallas de lucha libre en la alfombra, el Fuerte arriba del árbol para dar paso a las trenzas y las muñecas.
Y se me corta el aliento de emoción.
Pues no me queda otra (junto a Papá Oso que no cabe en sí de dichoso) y porque así lo ha querido la vida que comience a preparar tu nido entre vuelitos y cuadrillé para recibir en la próxima primavera la llegada de mi Capullita de algodón, nuestra primera princesa.

Un Capullito rosado?

Y en el control de las 18 semanas el doc andaba especialmente simpático y con tiempo.
Estuvo largo rato escuchándote y sonreía.
Lo que para mi eran sonidos extraños y subacuáticos, para él eran movimientos completamente claros y distinguibles.
Vamos arriba para que lo veas mejor-me dijo-de pronto.
Subimos las escalas y sonreía. Y yo también pues los médicos no suelen ser tan amorosos.
Y te vi, una vez más, grande y con manitos y pies y el corazón latiendo a toda marcha.
¿Quieres saber lo ques? me dijo de repente el doc.
¿Se puede doctor?
Aún no es seguro, me dijo, pero te puedo decir lo que me tinca.
Y me tinca que es...Una niñita.

Yo no me hago ilusiones Capullito, aún no porque es muy pronto. Sin embargo, se me dibujó entre las orejas una sonrisa de algodón de dulce, de besos carmesí, de moñitos rizados, una sonrisa de vuelitos y cuadrillé y de hadas que brillan.

Claro que si después resulta que eres un Capullito celeste seré igualmente feliz...entonces vamos a esperar, a esperar, a esperar un tiempo corto para comenzar a sonreir a carcajadas...mi Capullito guatita de tambor.

Todo huele a ti...Capullito

¿Lo sientes?
Es cosa de respirar cortito primero y hondo después.
Llega Abril y el ámbito entero se llena de tu aroma.
Comienza el caer del otoño y al volverse todo dorado y hojas secas se aroma también el cielo de todo lo que eres...
Aroma de ángeles... todo huele a ellos, a apancito amasado con mantequilla de campo, a cogotito de queso, a patitas de malvavisco, todo canta sus nombres, todo el sol es ahora color celeste y rosado y blanco-nube.

Hoy por hoy soy toda entera tuya y viceversa, ando como en las nubes contagiándome de risa, cuidando el alimento, disfrutando de los pasos lentos y el sol tibio que se va enfriando de a poco.
¿Sabes que lo más lindo de esta tierra nuestra son las estaciones del año?
Es curioso, cuando un chileno vive fuera es lo que más extraña, es muy raro eso de vivir en países donde no se notan las estaciones.

Debe ser plano y fome que nunca sea Otoño y jamás invierno.
Nuestro verano es ardiente y sus noches maravillosas plagadas de estrellas y lunas que vienen e saludar desde distintas galaxias para admirar este cielo de Chile como no se puede admirar en ninguna otra parte del mundo.

Nuestra primavera es tibia y luminosa llena de prados reverdecidos y flores nacientes.
El invierno es el compañero gélido de lluvias y vientos, generalmente los poetas de esta tierra despiertan con más ganas en las tardes grises de nuestro invierno congelado (así les fluye la musa, dicen, yo no sé, jamás he intentado nada ni siquiera parecido a la poesía)
Y el Otoño...el Otoño es una maravilla que dora los atardeceres entre hojas secas y brisas frescas.

Yo te cuento para que lo sepas, para que planifiquemos este viaje que ha de comenzar en la próxima primavera cundo las flores me hablen de tu llegada y el cielo de volantines te celebre luminoso.
Te lo cuento para que ames esta Patria de granitos y hielos, de bosques y cordilleras nevadas. Es una maravilla.

Hoy por hoy todo me habla de ti, de ti, de ti y de nada más.
De una casa del castor que es jungla y hogar, de un papá Oso que baila en una pata y hace equilibrio porque anda contento, de otro par de animalitos que te preparan el nido jolgoriosos y sonrientes...porque nada puede ser más bello que esperarte.

Hoy por hoy no hay otro aroma que la promesa de verte a los ojos...Capullito de lana, de palotes de Kinder, de cotona sin chicote, de manzanas oxidadas en el fondo de la mochila, Capullito de todas las costuras de mi corazón, de queso, de papa frita, de membrillo, de amor.

Nuestra Jungla, La Casa del Castor.

Papá oso es ingeniero y una vez tuvo que trabajar largo tiempo en otra ciudad, cuando volvió traía una barba de apóstol y hartos hartos kilos de más.
Se acercó esa mañana y casi me morí del susto. Estaba igualito a un Oso.
Por eso ahora es papá oso y ésta casa de nosotros, La casa del castor, es una casa de puros animales.
El Bachi por ejemplo es un monito de la jungla, porque es negrito y crespo, tiene los ojos de uvita y el aroma de toda la jungla entera.
El Basti es nuestro chanchito, es rosadito y con narizota de tocino, da besitos ricos cuando pone su cara de chanchito.
Y yo soy una leona, no solo porque me gusta tener a los cachorros al lado mio y los defiendo sino por mi melena gigante de león africano.
A mi me gusta porque es lo más lindo que tengo y en invierno me abriga las orejas.

Nuestra Casa del Castor es un lugar mágico que hemos construido nosotros cuatro a punta de empeño y amor, ya sabrás que muchos años antes estuvo abandonada y la recogimos de a poco para transformarla en nuestro hogar.
Está en un pasaje cerrado donde nadie nos molesta, donde habitan nuestros sueños y lo mejor de nuestros años como familia, donde encontramos calor en invierno y viento fresco en verano, donde hemos llorado uno que otro dolor pero donde gran parte del tiempo hemos construido nuestra felicidad.

Será el hogar en que te vamos a recibir, donde ya hace algún tiempo tienes tu pieza y donde seguramente no te vas a demorar en apropiarte de cada rincón, capullito.
Nuestra Casa del Castor, nuestra alegría, nuestro hogar, nuestra jungla, donde seguramente usted, nuevo habitante pasará a tomar su lugar del animalito que mejor le acomode.

13 semanas

Que tu corazón late muy aprisa me dijo el doc, que tus medidas corresponden a las de un niño normal, que tienes patitas y manitos y hasta el huesito de la nariz y que solo mides 7 cms.
Y ya tienes de todo, enterito y armadito, moviéndose de a poco y ahora solo creciendo, llenándote todo de mi en tu ámbito de silencio y agüita cálida de guatita de mamá.
Mamá, mamá de nuevo, mamá con M grande de palotes de Kinder, de colegio, de cotona sin chicote, de transpiración de recreo, de manzanas oxidadas a medio comer en el fondo del bolsón.

Cómo no me di cuenta antes lo mucho que me hacías falta Capullito, lo mucho que te hacía falta yo también a ti, llena de amor gigante sin tener a quien más dárselo, porque te cuento que los Bachis ya están grandes y a veces ese amor de mamita de besos les empezaba a incomodar.
Pero a ti no, a ti no te va a incomodar, porque me vas a agarrar la cara a dos manos para que te de de esos besototes pegajosos que duran 5 segundos apretados.
Cómo no me di cuenta antes que mi felicidad más enorme consiste en el simple gesto de alimentar de mi propia leche.

Esta emoción Capullito se me sale por las costuras del corazón.
Te cuido, te pienso, te veo, te espero Capullito de lana, de queso, de papa frita, de membrillo, de amor.

Vivito y Latiendo mi Capullito

Eso me dijo el Doc Jhon Cornejo con una tremenda sonrisa.
Ahí está, vivito y coleando.
¿Quieres escucharle el corazón?
¿Se puede?
Claro!
Y subió el ecógrafo a archimega volumen y te pude oir...con el corazón latiendo y las lágrimas saltandome solas.
Vives, vives en apenas 1 cm de tu existencia en tu saquito de humedad de tres por tres...chiquitito.
Yo solo espero que sigas así aferradito a mi.

Dos Rayitas

Y salieron dos rayitas Capulito, no tuve que esperar ni siquiera los 3 minutos porque aparecieron altiro.
¿Qué hacemos? Seguimos calladitos o empezamos a anunciarnos? Me da susto, claro, no sea que nos pase lo de la otra vez y me hagas de nuevo un Creo falso... aunque me late que esta vez será distinto, no me fluye la desesperación ni la angustia, ni la ansiedad ni la locura de gritarle a todo el mundo tu existencia.

Mucho menos por estos días en que esperamos la llegada de Cicciolino en cualquier momento.
Vamos a hacer eso, vamos a ir dejando que los minutos, las horas y los momentos sigan su curso en paz, algunos, claro, los más cercanos, se enterarán, ni modo, pero todo será en paz y tranquilidad, así, si vuelves a partir no nos dolerá tanto como la primera vez, no habrá lágrimas ni decepciones y lo entenderé como que de nuevo no era el momento.
Eso no significa que haya perdido la fe, tan solo que ahora te recibo entre mis pechos y mi vientre con cautela y devoción.

Por ahora nos concentraremos en Cicciolino que nos tiene a todos bastante ansiosos, nos dedicaremos a preparar la forma más linda de contarle a papá y a los Bachis y al resto de la familia. Me dedicaré a tomar lechita descremada y comer sanito para no volverme un mamut, nos dedicaremos a refugiarnos también en el cariño inconmesurable de nuestras hadas protectoras, me dedicaré a descansar de estos síntomas que me ponen en evidencia, me siento mal, me pesan los pechos , tengo mucho mucho sueño y ganas de absolutamente nada. De hecho de lo único que tengo ganas es de estar acostada y abrazada de papá oso.

¿Me abrazas Capullito? mmmm...que rico.

Shhhhhh

Vamos a quedarnos en silencio Capullito mío.

Así, solos tú y yo.

No como la otra vez que de la pura alegría disparamos sonrisas y lo gritamos a los cuatro vientos.

Siempre he pensado que Dios castiga esas imprudencias, eso de andar gritando las cosas y celebrando antes de tiempo.

Ahora lo sabremos solo tú y yo...y nadie más Capullito mío, Capullito amarillo de sonrisa rosada.

Y esperamos no más, en silencio, con paciencia y con prudencia que los días vayan pasando, que todos sigan pensando en la Navidad que recién pasó, en el Año nuevo con su Luz cortada, en el Volcán Llaima que hizo erupción ayer o en la muerte de Julito Martínez.

Así nadie se acuerda de nosotros, ni anda pensando que cuándo, que pucha, que ya po.

No lo vamos a permitir.

Si ya estás ahí de nuevo y te anidaste y estos pechos que comienzan a llenarse tienen que ver contigo entonces nos quedamos calladitos, así, escondidos y no le contamos a nadie.

No sea que la euforia apresure de nuevo una nueva partida, no sea que las miradas atentas o los abrazos anticipados te vuelvan a quitar de mi lado.

A ver si ahora nos resulta amor mío, a ver si esta vez te quedas a mi lado, a ver si esta vez te vuelves certeza, flor, aroma y latir en mi vientre mi pequeño y añorado Capullito.